Encuentro Feminista del Paraguay 2013. Foto: Luis Vera

10 años de vida y sin poder decidir: la necesidad de un debate postergado

Por Macky Pereira // Cuando aparece el “caso de la niña de 10 años, embarazada de su padrastro”, algunos medios de comunicación lo muestran como un hecho más, sin contextualizarlo; y muchas personas en la redes sociales, simplemente se limitan a reproducir las noticias, ignorarla, o aprovechan la oportunidad para realizar juicios de valor y lanzar ideas desde la comodidad de sus hogares, sin preguntarse más allá de lo que ven o escuchan; como sucede por lo general, con aquellos temas que están vinculados a los derechos humanos de las niñas, niños y mujeres.

¿Cuánto nos falta como sociedad para respetar la vida de las personas (en especial de las niñas y mujeres)?. Suena como una pregunta obvia, que en la práctica sólo se muestra vacía de acciones eficientes por parte del Estado, con la complicidad de una gran parte de la sociedad, que todavía se resiste a debatir sobre la posibilidad de decidir sobre nuestra maternidad libremente.

Hoy en Paraguay, una niña de 10 años, embarazada a raíz de una violación por su propio padrastro, NO puede decidir seguir siendo niña, y no sólo eso, su vida corre peligro. ¿Qué elementos “bestiales” más son necesarios para evitar un embarazo no deseado? ¿Cuál es la vida que se protege finalmente? ¿Qué pasaría si esa niña es tu hija, tu hermana, alguien más cercana a uno/a? ¿Pensarías igual que ahora?.

A los 10 años recuerdo estar rodeada de amor y protección en mi familia, mi prioridad era sólo jugar y disfrutar de mi vida de barrio, con amigos y amigas, ir a la escuela, leer mis primeros libros, bailar y cantar seguido frente al espejo o en el patio, en cualquier momento. Cuando mis hermanitos pasaron por los 10 años, también jugábamos juntos, preparábamos nuestros juguetes propios, sus primeros días de escuela eran los mejores, disfrutaba verlos crecer felices y les inventaba sus cuentos para dormir cada noche. Son sólo algunas cosas que se experimentan a los 10 años. ¿Por qué no realizar el mismo ejercicio personalmente antes de emitir una posición sobre el caso? ¿Qué estuviste haciendo a los 10 años?¿Qué hicieron tus hermanas/os, tus hijas, tus sobrinas/os, etc.?.

Muchas veces manifestamos nuestras posiciones de forma tan simple, sin reflexionar lo suficiente, debido a que los “casos no nos afectan directamente”, sobre todo, porque no dimensionamos que nos podría tocar de cerca alguna vez. Seguimos en un lugar tan cómodo, que nos impide ser conscientes de la realidad que vivimos como país, en el cual, todos los días hay casos como este, silenciados o denunciados, sin respuestas ni justicia real, en especial para personas sin recursos económicos.

Necesitamos de una sociedad que deje de naturalizar la falta evidente de humanidad, en hechos tan alevosos como este. La niña, con 10 años de edad, tiene derecho a poder decidir continuar con su vida de niña; porque lo merece, porque es su derecho, porque pudiste haber sido VOS o cualquier persona cercana. Ninguna está exenta de pasar por lo mismo, y nos urge poder decidir libremente el momento y la forma de ejercer una maternidad libre, con las mejores condiciones, como niñas y mujeres que somos. ¿Es tan difícil comprenderlo?


Fuente: 10 años de vida y sin poder decidir: la necesidad de un debate postergado