Encuentro Feminista del Paraguay 2013. Foto: Luis Vera

El gesto de Adrián

Por Mirta Moragas // Confieso que era un poco fan de su letra filosa. Me gusta la gente que, cuando escribe, a veces se anima a decir cosas que no siempre son políticamente correctas. Más allá del acuerdo o desacuerdo que pueda llegar a tener con sus ideas, su manera me pareció interesante desde que empecé a leerlo.

Pero ayer me sorprendió con algo que no había visto antes en la prensa paraguaya. Un periodista sale del clóset en su columna de opinión un domingo en uno de los diarios más leídos del país[1]. En ella explicaba el proceso que había vivido y sobre todo explicaba por qué lo hacía. Lo hacía por mucha gente, joven y adulta, que sufría por no poder sentirse libre de verdad; por muchos quienes habían muerto sin aceptarse realmente.

Lana Wachowski es una directora de cine trans, quien dirigió entre otras películas, Matrix y Cloud Atlas. Cloud Atlas es una película que, entre otras cosas, trata sobre la responsabilidad que tienen unas personas con otras, que nuestras vidas no son enteramente nuestras. Ella dijo en una oportunidad: “Estoy aquí porque [mi profesor del 8vo. grado] me enseñó que hay algunas cosas que hacemos por nosotros mismos, pero hay otras que hacemos por los demás. Estoy aquí porque cuando era joven quería desesperadamente ser una escritora, quería ser cineasta, pero no pude encontrar a nadie como yo en el mundo y sentí que mis sueños estaban clausurados simplemente porque mi género era menos típico que otros. Si yo pudiera ser esa persona para alguien, entonces, sacrificar mi vida privada habrá valido la pena”[2].

Moscovici habla de la influencia de las minorías sobre las mayorías. Nos dice que una minoría puede influir cuando la idea manifestada, mantiene convicción y compromiso de forma constante. La consistencia da notoriedad, y muestra que las ideas que se defienden son dignas de ser defendidas.

En un contexto tan conservador como el nuestro, es necesario que voces como las de Lana o las de Adrián surjan y nos interpelen como sociedad.

En un contexto tan conservador como el nuestro, es necesario que voces como las de Lana o las de Adrián surjan y nos interpelen como sociedad. El cambio sólo es posible si voces como estas aparecen y se multiplican, haciendo que nos replanteemos muchas cosas, entre ellas la heterosexualidad obligatoria como modelo que oprime a todo lo que salga de ese margen. Debemos aprender como sociedad a mirar la diversidad como una riqueza. Esta es una condición necesaria para vivir realmente en democracia y para que trans, gays, lesbianas y bisexuales podamos vivir realmente libres.

Como dice el proverbio chino “el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”. Hoy, ese aleteo, ha sido el gesto de Adrián.


 

[1] Si todavía no lo leíste, acá va: http://www.ultimahora.com/soy-gay-esta-es-mi-verdad-n901055.html

[2] Discurso completo disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=K2SN31i1EE8


Fuente: El gesto de Adrián