Encuentro Feminista del Paraguay 2013. Foto: Luis Vera

La discriminación vergonzante

El escrito de Lourdes Peralta en su blog de ABC me parece un compendio de las ya típicas expresiones discriminatorias:

– Para comenzar su título… el problema es la homosexualidad, no la discriminación y las personas que discriminan.

– Parece que se dispone a una reflexión profunda, pero sólo termina en una seguidilla de los lugares comunes de la discriminación.

– Sigue con la sospecha de que la eliminación de trabas a la oficialización de las parejas del mismo sexo anticiparía una especie de catástrofe mundial, “un extenso desierto”. Lo mismo se decía en tiempos en que a las mujeres se negaba el voto: “aquí comienza la debacle”. Y todavía hay quien sostiene que la famosa “crisis de la familia” se debe a que las mujeres tienen más derechos, y quieren más, y no a que muchos hombres aún desean como compañeras a personas sin derechos.

– Después adhiere soterradamente a la hipótesis conspiraticia, que coloca a la lucha por más derechos y contra la intolerancia y la discriminación en un plano comercial. Con eso, en vez de en todo caso señalar concretamente los hechos que critica, sólo intenta desprestigiar sin dar mayores argumentos. Es como cuando los sectores providas hablan de “una conspiración impulsada por las Naciones Unidas para instalar la cultura de la muerte”. Muy parecido. También cierra el artículo con esta idea, afirmando que hay aquí un “negocio” que promociona la libertad de elección sexual.

– Luego establece categorías de discriminaciones, para ella las existentes hacia personas homosexuales serían válidas, pero no otras como las que se dan hacia las personas negras. Es lo que se intenta hacer al decir que “todo bien con la ley contra toda forma de discriminación, pero si sacan a las personas homosexuales de la lista”.

– Expone posteriormente su convencimiento de que las personas y las manifestaciones heterosexuales deben gozar de derechos que no deberían extenderse a personas y manifestaciones homosexuales. Algo así como: “No son iguales, así que olviden eso de tener iguales derechos”. Ella está profundamente convencida de la superioridad heterosexual.

– Tira la piedra y esconde la mano. Trata de convencernos de que no quiere tampoco una cacería homosexual. ¿Será que le basta con el escarnio, la humillación y el encierro? Parece que sí, porque le parece genial el sufrimiento solitario y silencioso de su ejemplo. Es la conocida idea de “está bien, que existan, eso ya sabemos, pero de ahí a que quieran visibilidad y derechos…”.

– Trata de aparentar alguna idea profunda refiriéndose a lo político y lo genético, sólo para terminar negando el derecho de las personas a luchar políticamente por el respeto a la diversidad y la libertad sexual. Lo que dice es que no quiere que nadie venga a moverle el piso a una sociedad consevadora, sobre todo a quienes, como ella, están felices en su supuesta adecuación a los parámetros dominantes sobre estos asuntos.

– Cierra el debate sobre cuestiones que han sido de hecho debatidas en toda la historia de la humanidad. Sin embargo, ¿cómo entenderíamos nuestra historia social, política y cultural si no reconocemos en ella el debate sobre ideologías, moral y religiones? Con esto supone la inamovilidad de lo que de hecho siempre se ha movido.

– Después se ubica en el lado de un “todos” homogéneo y poderoso, como si no hubiera criterios e ideas diferentes como respuesta a la pregunta de Rosa Posa. “Todos sabemos la respuesta” niega la diversidad de enfoques y posturas. Quiere dar por cerrado un debate que apenas comienza.

– Encima intenta disfrazar su pensamiento discriminatorio diciendo que cree que el reconocimiento de la homosexualidad es algo sensato. Como si no hubiese dicho todo lo anterior.

– Y, como si fuera poco, se aferra a la naturaleza para justificarse. Con ello, obviamente, tira al plano de lo “antinatural” y “anormal” a las personas homosexuales.

Me espantan sus ideas, y me harta el tufillo cobarde con que se las expresa.

 

todos iguales

 


Fuente: La discriminación vergonzante