Encuentro Feminista del Paraguay 2013. Foto: Luis Vera

“Las gloriosas”

En este día de la mujer paraguaya se nos homenajea como las “gloriosas”. Voy corriendo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), que consigna varias acepciones. Tomo dos: 1) Digna de honor y alabanza y 2) “Que goza de Dios en su gloria, especialmente cuando ha sobresalido en virtudes o merecimientos”.

Pienso entonces que sí, hay muchas gloriosas que hoy están en el cielo (para las que creen en Dios y en la mejor vida en el paraíso celestial). Son aquellas mujeres, niñas y adolescentes asesinadas en el marco de relaciones de poder donde los hombres se creen dueños de sus cuerpos y de sus vidas. Son aquellas abusadas, maltratadas hasta morir.

Y a las que estamos vivas, para esta sociedad discriminatoria, patriarcal y autoritaria somos “gloriosas” porque somos dignas de honor y de alabanza. Dignas de honor cuando los hombres nos clasifican como “chicas serias” en contraposición a las mujeres “fáciles”. Y dicen que somos dignas de alabanza cuando en las calles, en los ómnibus, en nuestras propias casas, colegios o lugares de empleo, los hombres nos “alaban” cuando se pasan mirando nuestro cuerpo, nuestros senos, o cualquier otra parte del cuerpo de manera descarada, sin el mínimo respeto a nuestra autonomía sexual.

Y sí, quienes piensan que las mujeres paraguayas somos “gloriosas” son quienes continúan aferrados a pensamientos atávicos, o sea, aquellos que tienen un “comportamiento que hace pervivir ideas o formas de vida propias de los antepasados” (RAE).

Y porque somos cientos de miles de mujeres y niñas que luchamos contra esas formas de vida de aquellas épocas en que nos consideraban personas “sin alma”, personas sin capacidad de pensar, estudiar, sin derechos, sin poder votar o de rebelarnos al “orden establecido”, a la división sexual del trabajo impuesta por el machismo, la discriminación, la misoginia, decimos que no somos LAS GLORIOSAS.

 


Fuente: “Las gloriosas”