Encuentro Feminista del Paraguay 2013. Foto: Luis Vera

Se abrió el boquete de la JUSTICIA

Gladys Torres // Fundación Dr. Rivarola Queirolo (F.U.N.D.A.R). Eran expresiones de Liz Torres y de mensajes que llegaban después de las 20 hs. cuando se conoció el fallo de la Corte Suprema: Dos a uno: quedó confirmada la sentencia.No sólo los afectados directos; sino todos y todas quienes acompañamos este proceso desde el 1 A – 04 somos testigos de los maltratos que han sufrido en las diferentes instancias; el relato leído el sábado 1 en el Acto Central del aniversario del Ycuá, da cuenta de ello.

Sólo por esa situación los responsables de tanta humillación deberían ser condenados.

Están quienes quedaron fuera de toda imputación, como los dos intendentes y la benevolencia con el arquitecto responsable de la obra.

Las muertes que por tristeza e impotencia siguieron a los 400 muertos no están en ninguna causa judicial; también deberían pagar los culpables por esas muertes.

Por eso, tal como sucedió el día de la tragedia, las puertas, de la Justicia en este caso, las cerraron los poderosos y la gente con su lucha rompió paredes para hacer un boquete; el boquete de la esperanza y de la vida.

El boquete significa 12; 10; 5 y 2 años respectivamente (1).

Lo fundamental es que cada segundo de estos años de pena, fue conseguido por la lucha incansable y digna de tantas y tantos mujeres y hombres de diferentes edades y diferentes condiciones; muchos directamente afectados, otros muchos también, apoyando codo a codo.

Por eso el festejo. Primero en el mismo Palacio de Justicia donde los familiares apostados desde hace quince días rompieron en llanto y junto a los periodistas presentes en el lugar se confundían en un abrazo de felicidad ante la noticia.

Luego sin dudar; la convocatoria fue en el Ycuá Bolaños I; el supermercado que aún funciona; arriba del cual se encuentra la fastuosa residencia (según lo cuenta el mismo dueño en un documental) de Juan Pío Paiva. Allí se mezclaban la bronca; la alegría y la emoción; los abrazos, los infinitos abrazos que acompañaron estos cinco años se multiplicaban; el llanto contenido de estos últimos días, los gritos; los cantos y los tambores que siempre están presentes. Al grito de “Paiva a Tacumbú” hacía su entrada un oficial de justicia para entregar la orden de arresto que por supuesto nadie recibió en la casa y fue pegada en la puerta de entrada, custodiada por policías.

Velas, cruces y carteles de depositaron en el lugar. Llegó la noticia de que la detención no era inmediata; hay que esperar tres días ¿? y luego se producirá el arresto. No había más nada que hacer ahí; “este lugar ya no nos pertenece, vayamos al Ycuá V: el Memorial, nuestra casa” dijo Liz. Y allí todo fue una fiesta.

Paí Toto, nuestro querido cura DJ; su música; el karaoke; la guitara; el canto; las risas; el llanto; más abrazos; el baile… y lo que era increíble: la cerveza a escondidas ¿De quién? ¿Por qué no podría festejarse con toda libertad este triunfo que les pertenece? Que nos pertenece si me permiten.

Dos y media de la mañana; hubo que insistirle mucho a Toto para que pusiera Campamento Cerro Corá, la música de cierre. De todos modos siguió; sin micrófonos; sin equipo; a capela; mientras se iban apilando las sillas y guardando los muebles. Fue hermoso ver y escuchar al Dr. Palacios cantar con énfasis y muy fuerte en guaraní; como reafirmando lo que decía ante micrófonos y amigos: “esta noche por primera vez siento que voy a dormir en paz, de la misma forma que podrán descansar por fin en paz mis tres hijas”

No hubo otro remedio que cerrar; al día siguiente había que estar en pie; porque aunque parezca un chiste de mal gusto; quedan tres días en los que hay que seguir vigilantes.

Muchos son los sentimientos que vivimos desde nuestra Fundación; pero fundamentalmente el orgullo inmenso de ser parte de esta lucha.

Por cada uno de los 400 muertos; por los sobrevivientes; por los niños y niñas; por todos los familiares y amigos; por Trinidad; por cada uno de los barrios aledaños; por todos los barrios y Departamentos; porque todos somos afectados.


Por un país mejor, que ya se avizora.

¡Celebremos el boquete que el pueblo le abrió a la Justicia!


 

1 Juan Pío Paiva dueño del supermercado fue condenado a 12 años de prisión, su hijo Víctor Daniel Paiva con cargo de responsabilidad en el supermercado a 10 años, Areco guardia de seguridad del supermercado a 5 años y Casaccia accionista del supermercado a 2 años y seis meses. (nota de editora)


Fuente: Se abrió el boquete de la JUSTICIA