Este estudio se propone desagregar el factor de género, partiendo de la consideración de que la inclusión de las mujeres en los procesos de reforma política, y mas ampliamente, en los procesos de modernización del Estado, es una contribución positiva para la superación del déficit democrático que muestra América Latina. Esa inclusipon se refiere tanto a la participación equitativa de mujeres y hombres en los cargos electivos y mandatos, así como la integración en las reformas de los problemas sentidos por las mujeres y las propuestas de las organizaciones feministas y del movimiento amplio de mujeres.