Foto: Secretaría de Repatriados.

Los restos de Noelia Noemí Godoy de 32 años y de María del Pilar Rodríguez, de 38 años llegaron en un vuelo este martes 07 de noviembre en el Aeropuerto Silvio Petirossi de Asunción. Noelia y María del Pilar, ambas fueron asesinadas por sus pareja y el Estado Paraguayo, a través de la Secretaría de Repatriados, asistió a los familiares mediante la cobertura de los costos de sus restos.

Peluquera: Noelia Noemí Godoy, viajó hace 13 años a España, donde trabajaba como Peluquera. El pasado 28 de setiembre, su fallecimiento sacudió la tranquila localidad de  Sestao – País Vasco, donde residía junto con su pareja, que luego de asesinarla, se suicidó.  Noelia es oriunda de Reducto – San Lorenzo.

Cuidadora: María del Pilar Rodríguez Ortellado, también viajó hace más de una década a España, donde trabajaba en diversos rubros y desde hace 3 años como cuidadora interna. Su deceso que tuvo mucha repercusión mediática, se produjo en la residencia donde trabajaba el pasado 22 de octubre. La misma es oriunda de la localidad de Edelira, Departamento de Itapúa.

El Estado de Paraguay tiene una política de destinar recursos para repatriar personas una vez fallecidas. Sólo en lo que va del año, ya fueron repatriados 198 restos mortales de paraguayas y paraguayos fallecidos en el exterior. Según  el informe de prensa de la Secretaría de Repatriados, esta  cifra nunca antes fue alcanzada desde la SEDERREC, que ha institucionalizado el otorgamiento de subsidios para la repatriación. Sin embargo, las políticas públicas que eviten la migración por falta de oportunidades, siguen siendo sólo un desafío. Según Organización Internacional para la Migración (OIM) en 2013 había 550.713  paraguayos en Argentina, pero según el Cónsul Paraguayo Jorge Riquelme, actualmente existen más de un millón de paraguayos con documentos en ese país en 2017. Es decir, durante el gobierno de Horacio Cartes, hubo una mayor expulsión de paraguayos hacia el vecino país, pués según las autoridades el número de paraguayos y paraguayas en Argentina en 2017 es el doble de lo que se registraba en 2013.