A partir de los registros solo de publicaciones periodísticas, damos cuenta de los alarmantes números de feminicidios y violencia contra la mujer registrados durante este año 2016, que acaba de cerrar el primer mes. 4 mujeres paraguayas fueron asesinadas en este tiempo, mientras, se han dado a conocer otros 5 casos de violencia en donde las víctimas son mujeres.
Mediante la campaña Mujeres Libres de Violencia, organizaciones sociales y de mujeres de todo el país demandaron “al Estado paraguayo el cumplimiento de su deber de garantizar la igualdad, la no discriminación y el derecho a vivir una vida libre de violencia, tal como se expresa en la Constitución Nacional, los instrumentos internacionales de derechos humanos ratificados por el Paraguay y las leyes nacionales vigentes” en el marco del 25 de noviembre, Día Internacional de la No Violencia hacia las mujeres.
El comunicado de “Mujeres Libres de Violencia” decía ¡BASTA DE:
-Vivir bajo una cultura machista y patriarcal que “naturaliza” la violencia hacia mujeres, niñas y niños, las adolescentes y personas trans, que son tomadas como objetos sexuales para el uso y abuso de sus cuerpos por los hombres que se sienten dueños de ellas.
-Embarazos forzados de niñas y adolescentes víctimas de abusos sexuales y violaciones, generalmente ocasionados por sus propios padres, padrastros o familiares directos.
-Que la violencia de género continúe instalada e institucionalizada en los servicios públicos, los organismos judiciales, las fiscalías, juzgados y cualquier otra oficina estatal.
-Que en los hospitales y servicios médicos, tanto públicos como privados, las mujeres sean maltratadas cuando van a parir, recibiendo insultos e improperios, ejerciendo lo que se denomina violencia obstétrica.
-Que el mercado use el cuerpo de las mujeres para vender sus productos y que los estereotipos de belleza impuestos a las mujeres sean los modelos que deben seguir niñas y adolescentes para ser valoradas en la sociedad.
-Que se viole nuestra intimidad con total impunidad cuando se alzan o “viralizan” en las redes sociales videos de contenido sexual que exponen a las adolescentes y mujeres a sufrir insultos y agresiones, ya que en la mayoría de los casos, estos materiales se difunden sin el consentimiento de ellas.
-Que se violente a las lesbianas por el afán patriarcal de controlar la sexualidad de las mujeres.
-Que a las mujeres se les exija ser las únicas responsables del cuidado de sus hijas e hijos y de sus familiares con discapacidad, personas enfermas y adultas mayores.
-Que nuestros compañeros de organizaciones, partidos y sindicatos nos alienten a militar pero sin respetarnos, desconociendo la igualdad de género y la no violencia entre pares.
-Que las adolescentes y jóvenes sean víctimas de la violencia de género cotidiana en los espacios estudiantiles (tanto secundarios como universitarios) por el solo hecho de ser mujeres, bajo la sutil (o a veces directa) amenaza de que serán “aplazadas” en su rendimiento académico.
-Las detenciones arbitrarias y las diferentes formas de violencia institucional hacia las mujeres trabajadoras sexuales.
-Rechazo y discriminación a las personas homosexuales (homofobia) y a toda otra manifestación sexual diferente a la heteronormatividad (norma social donde sólo se acepta la relación sexual entre una mujer y un hombre).
-Ser víctimas de feminicidio (asesinato de mujeres en manos de su pareja, ex pareja, novio, marido, concubino) ni de travesticidio (asesinato de personas travestis) no investigado por la justicia.
-Impedimentos para Lucía Sandoval, víctima de violencia, que hasta hoy no puede acceder a ver a sus hijos por la inoperancia judicial.
Decimos No a todos estos hechos porque en Paraguay tenemos derecho a
¡VIVIR UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA!