Diez mujeres reclusas en la cárcel del Buen Pastor iniciaron la carrera de Psicología en una universidad privada y cursaron hasta el segundo año dentro del penal, pero ahora, no pueden continuar porque no logran pagar el costo para que el curso prosiga. Organizaciones sensibles a la realidad paraguaya desde Argentina, hicieron un comunicado de apoyo que reproducimos aquí:
“Estudiar es su derecho, estudiar es libertad”
En solidaridad con las presas paraguayas (cárcel del Buen Pastor)
Las organizaciones abajo firmantes manifestamos nuestra preocupación por la situación de diez presas que se encuentran reclusas en la cárcel del Buen Pastor (Asunción, Paraguay). Aun en situación de encierro lograron cursar dos años de la carrera de Psicología en una Universidad privada. Hoy se encuentran con serias dificultades para seguir con su formación porque no pueden afrontar los gastos arancelarios.
Según el Código de Ejecución Penal paraguayo el trabajo y el estudio son formas de reinserción en la sociedad, sin embargo las personas en situación carcelaria dan cuenta de una realidad totalmente distinta. La negación de derechos por parte del Estado paraguayo termina por favorecer los negocios de los privados, en este caso de la Universidad Técnica de Comercialización y Desarrollo, que ofrece la posibilidad de cursar estudios superiores en contextos de encierro, concretamente a las 8 mujeres presas en el penal del Buen Pastor.
No nos sorprende esta situación, ya que sabemos que el Estado paraguayo es un violador serial de derechos humanos: no es solo el derecho a la educación el que está siendo atropellado, sino también el de la salud, la alimentación y el derecho a una vida digna. La cárcel es en sí misma la expresión más cruel de la desigualdad y específicamente en el Buen Pastor se castiga a las mujeres por su misma condición, agravada por ser pobres y campesinas.
En el contexto de un Paraguay movilizado en respuesta al recrudecimiento de la represión del Estado y la imponente movilización estudiantil que denuncia la crisis de la Educación en uno de los países más pobres de América Latina, debemos recordar al Estado que es su obligación garantizar la educación a todos lxs paraguayxs y más aún a lxs que están privadxs de la libertad, proporcionando las condiciones para que sus ciudadanos/as efectivamente puedan estudiar.
Frente a esta situación injusta nos comprometemos a dar seguimiento a lo que sucede con estas ocho mujeres para comunicar a la opinión pública, dentro y fuera del Paraguay, su situación y nos empeñamos a encarar estrategias de solidaridad para que se sientan acompañadas. Pues reconocemos y valoramos enormemente el esfuerzo que están haciendo. A pesar de la adversidad, las presas se sacrifican a diario trabajando para garantizar no solo su subsistencia sino también para seguir estudiando y formándose de manera ciudadana.
Llamamos a todxs las organizaciones y personas individuales a sumarse y comprometernos con esta causa, porque “Estudiar es su derecho, estudiar es libertad”.
Firman:
CHIPA/ Cultura, Historia, Ideas, Política y Artes del Paraguay (Universidad Nacional de General Sarmiento, Argentina)
Movimiento 138. Colectivo de resistencia cultural (Paraguay/Argentina).
Pañuelos en Rebeldía
Gremial de Abogados y Abogadas