“Estaba drogado nomás, estaba borracho” suele ser una justificación para la violencia. ¿Qué hay detrás de esto? Myrian González Vera, especialista en temas de violencia de género compartió una breve reflexión en las redes sociales en torno a los comentarios surgidos en estos días a partir de una denuncia de violencia a un cantante de rock en Paraguay. Compartimos su reflexión:

” Es frecuente trasladar el problema de la violencia de género y hacia las mujeres como resultado de problemas como el alcoholismo, con lo cual el hecho se desliza hacia otros terrenos que invisibilizan las relaciones de poder que están presentes cuando se ejerce violencia de género. Porque hay personas alcohólicas o con otras adicciones que no protagonizan hechos de violencia. Lo que pasa es que los hombres violentos se resguardan bajo el amparo de la bebida o las drogas para generar este círculo de violencia que somete a la mujer de forma cotidiana donde su vida transcurre entre el “amor”, el maltrato, la agresión, la desvalorización, los golpes y vuelta al “amor”…”

“En muchos casos, demasiados, este circulo solo se rompe con el asesinato, el despojo de la vida. E incluso a veces, el asesino decide quitarse la vida. Alli cierra perfectamente la idea errónea de que se quiere hasta matar y morir. No nos dejemos engañar. El que maltrata golpea y mata,  siente que tiene el poder total sobre la mujer, que es dueño de su vida… Quien quiere no maltrata, no golpea. Quien quiere respeta, incluso acepta el quiebre de la relación porque querer es dejar libre al ser querido. Así que no me dejo llevar por quien se arropa bajo el sopor del alcohol o drogas para justificar “su amor” y su violencia. Es nada más y nada menos que un simple ser cobarde machista y patrarcal”.