“Estoy tratando de matar a todos”, dice Blás Amarilla, un joven con 21 años que asume la autoría de una persona trans este fin de semana en Paraguay. Responde sin pestañear las preguntas de los periodistas.

El mes de octubre, mientras  se discute enardecidamente sobre una “supuesta ideología de género” en todos los canales de televisión, Blás atacó a 4 personas trans .  Sacaba su cuchillo, les metía puñaladas y las dejaba tiradas.

Los religiosos  dicen que “son mayoría” y acusan de “minoría” a las personas que respetan a  la diversidad sexual. A Blás parece ponerle cómodo este contexto, al menos, por la forma en que declara a la prensa.

“A mí no me gusta luego ese tipo de personas. No sé qué hacen en el mundo. Y a mí, y a vos que tu hijo salga así, no te va gustar.  No tiene que haber más esta clase de gente, no tiene que haber más homosexuales”, dice refiriéndose a las personas trans.

Sobre el crimen a Romina afirma: “Fui para eso” Afirma estar orgulloso y, que si tuviera la oportunidad, lo volvería hacer.

CRONOLOGÍA DE UN CONTEXTO DE ODIO  Y MUERTE

El 27 de setiembre, Blás amenazó de muerte a Iren Rotela, una de las personas referentes por los derechos de las personas trans y figura reconocida en Paraguay.  “Yo entendí que me quiso saltar y sacar el celular, me esquivé y corrí hasta mi vehículo y me amenazó”, recuerda Iren.

El 03 de octubre ocurrió el segundo ataque de Blas a una persona trans a quien en otra oportunidd ya le había jugado a cortar el cuello. Magda Bordón  no había hecho la denuncia la primera vez.  En esos días, corrían vídeos, audios, y numerosos textos por redes sociales en donde los religiosos que hablan de “familia y vida” advertían a la sociedad de que “la familia y los niños estaban en peligro”. 

 El 05 de octubre, se hizo una manifestación en donde una monja hablaba de que “discriminar no es malo” y el Ministro de Educación, Enrique Riera asumía y sugería la posibilidad de quemar libros que refiriera a “género”  en una plaza y firmaba una resolución ministerial en donde prohibía. Todos los textos y audios que emitían los religiosos pro vida hablaban del “peligro que significaba para los niños y las niñas saber que existen personas que eligen su género, más allá de la condición biológica de nacimiento: hombre o mujer”.

06 de octubre. Fue el tercer ataque. “Una noche, cuando no había nada que hacer, y le clavé”, dice Blás. Sheila Aguayo,  una trans de 20 años fue su víctima.

10 de octubre. El Ministro de Educación, Enrique Riera, da publicación a una resolución que firmó el 05 de octubre sobre la prohibición de los textos de teoría de género.

15 de octubre. Romina iba caminando con Nicol.  Se habían levantado un poco tarde, como todo el mundo. Cerca de las 14 horas, salieron a buscar algo para comer. De pronto aparece Blás corriendo y con cuchillo, se acerca y empieza a clavar directo al pecho. Romina cae al piso y cuando su compañera Nicol  intenta ayudarla, también es atacada. Nicol empieza a correr y pide ayuda, pero nadie le hace caso, porque es travesti. Finalmente, logra resguardarse en un local de venta. Llama a la policía y Blás seguía en la plaza, pero se había cambiado la remera. La Policía logra detenerlo, pero Romina ya había perdido la vida.

En la entrevista, Blas Amarilla sostiene que también había acuchillado a una persona trans en la ciudad de Ypacaray. El motivo de su odio, según dice, es haber sido víctima de robo. Sin embargo, no existe denuncia al respecto.

Ver la entrevista : http://www.c9n.com.py/actualidad/comedor–ninos-carenciados–yaguaron-40951