Comunicado de UNICEF, UNFPA Y ONU Mujeres // En Paraguay cada día 2 niñas de entre 10 y 14 años dan a luz. Estos casos son consecuencia de abuso sexual y, en la mayoría de las situaciones, de abuso sexual reiterado ante el cual las víctimas no han recibido protección oportuna y apropiada. Todas ellas son niñas y adolescentes que debieran vivir libres de violencia, recibiendo información basada en derechos y construyendo su futuro en un entorno de protección.

Ante esta realidad, ONU Mujeres, el UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas, y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) exhortamos al Estado Paraguayo, a la ciudadanía y a las familias a redoblar esfuerzos en la protección de niñas y adolescentes ante toda forma de violencia, incluyendo la sexual, dentro y fuera de sus hogares, implementando políticas públicas integrales de prevención que garanticen que la población sepa dónde y cómo realizar las denuncias ante casos de abuso, otorgándoles información adecuada basada en derechos humanos. Es imprescindible que los casos denunciados no queden impunes, que los culpables reciban su condena y que la víctima sea alejada del agresor de manera inmediata. También es necesario garantizar el acceso a educación integral de la sexualidad, conforme a la edad y nivel de desarrollo de las niñas y adolescentes, así como a servicios de atención y recuperación de las víctimas. Asimismo, se debe buscar la reinserción de las víctimas en un nuevo entorno familiar adecuado que las cuide y asegure la protección de su identidad para evitar su re-victimización social.

El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, insta a trabajar fuertemente en la erradicación de la violencia contra las mujeres, las adolescentes y las niñas, acorde a los convenios internacionales suscritos por nuestro país. “Es hora de romper el muro del silencio y hacer que las normas jurídicas se conviertan en una realidad en la vida de las niñas, adolescentes y mujeres”, remarca teniendo en cuenta que este es un tema fundamental de respeto a los derechos humanos.

Por último, las agencias de las Naciones Unidas invitamos a toda la sociedad a transformar la conmoción en acción, demandando políticas que garanticen una mayor protección de las niñas y adolescentes.