Esta intervención gira en torno al modelo de vínculo social propuesto por Freud. La argumentación se apoya en Juan y Santiago, dos personas ficticias que permite ilustrar situaciones que colocan al individuo al límite de la condición humana. En este caso, se trata de personas que han sido sometidas a torturas, pero también se podría hablar de experiencias místicas, de la locura o el estado de víctima. Lo importante es que el ejemplo escogido permita representar dos posibilidades de la naturaleza humana, el sometimiento y la dignidad.