América Latina exhibe el título de ser la región más inequitativa del mundo, incluso por sobre regiones que presentan mayores niveles de pobreza. La desigualdad es un tema clave del desarrollo latinoamericano, que cruza el debate público y académico, y que está cada vez más presente en la agenda de reivindicaciones de los movimientos sociales. Nuestra región parece estar siendo exitosa en reducir el número de familias que viven en condición de pobreza, pero no podemos decir lo mismo respecto de la brecha que separa a ricos y pobres, que no solo no disminuye, sino que en ocasiones se acrecienta.
Rimisp-Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, presenta el Informe Latinoamericano sobre Pobreza y Desigualdad como un aporte a la discusión de estas temáticas desde una perspectiva particular: la de la desigualdad territorial.
El análisis de la evolución de los indicadores en dimensiones clave del desarrollo que se realiza en el Informe Latinoamericano 2015 muestra que, en general, los resultados promedio de los países han ido mejorando, pero solo en algunos indicadores, mientras que solo en algunos países, ello ha ido de la mano con reducciones de las brechas territoriales. Esto se debe a que los territorios que más han mejorado sus resultados en las distintas dimensiones no siempre han sido los que originalmente se encontraban más rezagados, lo cual incrementa la distancia entre los territorios. Solo en algunos casos el perfil de los territorios que más han avanzado corresponde con el perfil demográfico predominante de los territorios rezagados, caracterizados por ser zonas con bajo grado de urbanización, con bajo tamaño poblacional y con alta proporción de población perteneciente a pueblos originarios o afrodescendientes.
Asimismo, evidencia la existencia de notables brechas territoriales y su impacto sobre las desiguales posibilidades de desarrollo de los territorios, recabando y analizando información sistemática y permanente en el tiempo en diferentes países de la región. De igual modo, elabora recomendaciones concretas en políticas públicas, orientadas a mejorar las condiciones de vida de lo más pobres, y las pone a disposición de investigadores, asesores técnicos y tomadores de decisiones.
El Informe postula que la desigualdad de género –particularmente en términos de generación de ingresos y recursos propios- se expresa de distinto modo en los territorios, pues esta desigualdad no solo se relaciona con los activos o dotaciones de las mujeres y con la capacidad de agencia de las mismas, sino también con factores propios del territorio, tales como la estructura productiva, las instituciones formales e informales y los agentes presentes en el territorio.
Fuente: RIMISP – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural