Encuentro Feminista del Paraguay 2013. Foto: Luis Vera

Paridad en la América Latina

La paridad es un principio de la democracia y también es un mecanismo para cargos electivos y mandatos, incluso en organizaciones políticas y sociales. La democracia actual es soberanía popular con pluralismo. Es decir, el pueblo soberano decide aceptando que hay diferencias. Las tres grandes diferencias que están incorporadas a la democracia actual son la diferencia ideológica (o de organizaciones políticas o de liderazgos) -que ha sido la que más costó lograr en la historia-, la diferencia territorial – por eso hay una cámara de representación territorial, cada xx habitantes y ningún departamento se queda sin representación en la Cámara de Diputados (hay que pensar que antes de la Constitución del 92, Asunción llevaba la mayor parte de la representación en ambas cámaras)- y la tercera es la diferencia sexual de hombres y mujeres. Hoy ya no se considera como democracia la que excluye a las mujeres de la representación y América Latina es la región del mundo con más alta representación parlamentaria de mujeres.

Actualmente, tienen paridad por ley la mitad de los 18 países de la región que realizan elecciones. A ello se debe sumar el caso de Chile que sacó una ley especial paritaria para las elecciones de convencionales constituyentes, gracias a la cual se logró la primera asamblea constituyente paritaria del mundo.

Hasta marzo de 2021, tienen paridad por ley la mitad de los 18 países de la región que realizan elecciones. A ello se debe sumar el caso de Chile, que sacó una ley especial paritaria para las elecciones de convencionales constituyentes, gracias a la cual se logró la primera asamblea constituyente paritaria del mundo.

Los países con norma de paridad en su legislación electoral en la región son: Ecuador (2008), Bolivia (2009), México (2014), Costa Rica (2009), Honduras (2012), Nicaragua (2012), Panamá (2012), Argentina (2017) y Perú (2020).

El país con menor representación de mujeres en la región es el Brasil y le sigue el Paraguay. Eso debe cambiar y el liderazgo lo podría tomar el PLRA, en un momento que se quiere lograr una concertación con otras organizaciones políticas, pues el 13 de marzo considera la propuesta de paridad en su Convención. Ciertamente, algunos partidos fraternos ya tienen norma de paridad, como el Partido Revolucionario Febrerista (PRF) o País Solidario, por ejemplo.

Si un partido o alianza o concertación, quiere tener liderazgo para fortalecer la democracia, con igualdad y libertad es fundamental mostrar que no son proclamas vacías sin reflejo en la realidad, sino que tiene normas claras para que haya una representación equilibrada de mujeres y hombres en todos los cargos electivos del país y en el partido mismo.

 

Con la paridad se fortalece la democracia. Foto: Clyde Soto


Fuente: Paridad en la América Latina