Mujeres del campo y de sectores populares de la ciudad comenzaron a organizarse para participar de la movilización del 25 de Noviembre, en el Día Internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres. Provenientes de distintas organizaciones sociales conforman una plataforma con el nombre de “Mujeres Libres de Violencia” y este año – aseguran- no van a retroceder ante el gobierno que pretende atropellar derechos ya conquistados en el pasado. Mujeres libres de violencia reúne este año sus reivindicaciones en tres ejes:
-Violencia en el campo y la ciudad: el gobierno generador de violencia
La reflexión colectiva de este grupo de mujeres dejó clara la preocupación por el papel asumido por el Estado bajo este gobierno. Consideran que las autoridades de turno son responsables por los desalojos violentos en el campo y en la ciudad y sus consecuencias.
La falta de apoyo técnico, de trabajo para garantizar el mercado, de promoción de la producción nacional en políticas que rayan la discriminación hacia la población campesina, son también actos de violencia por los efectos que tienen en la vida de las mujeres campesinas, que tienen un papel fundamental en la sostenibilidad del hogar.
-Abandono y violencia contra las mujeres
Como madres, manifestaron profunda indignación por los efectos que estas violencias dejan en sus niños y niñas. “¿Qué aprende un niño que ve que la Policía sacar a golpes a sus padres de sus casas en medio de la madrugada”, se preguntaron, apuntando al derecho de los niños, niñas y adolescentes a vivir sin violencia, en una vivienda digna y en un medioambiente sano.
Asimismo, consideran que el desinterés del gobierno por la salud de las mujeres, sus hijos e hijas, que se ve desmejorada por el uso indiscriminado de agrotóxicos es una forma de violencia.
La falta de educación sexual integral para prevenir casos de acoso y abuso sexual de niñas, niños y mujeres en todos los sectores es una forma de violencia. La pobreza tanto en el campo como en la ciudad genera explotación laboral y sexual de niñas y mujeres, derivando esto en embarazos precoces y forzados, así como en el uso de drogas.
El modelo extractivista que acumula mucha riqueza en manos de unos pocos, destruye el medioambiente y genera pobreza a la mayor parte de las mujeres campesinas del campo y la ciudad y a sus familias.
-Justicia para las mujeres
La violencia en todos sus formas, ya sea física, psicológica o económica alcanza a estas mujeres. Los feminicidios son frecuentes, causando desintegración familiar y dejando a los hijos e hijas desprotegidos.
Ante todo este panorama, la Justicia no es pronta, barata y mucho menos efectiva en muchos casos, y esa es una violencia y es responsabilidad del gobierno.
Por eso, en colectivo y organizadas, las mujeres denuncian al Estado como generador de violencia y advierten que seguirán marchando hasta que sus reivindicaciones sean escuchadas.
“¡No vamos a retroceder!”, dijeron las integrantes de Mujeres Libres de Violencia.