Por Myrian González Vera
Para evitar feminicidios
Dicen autoridades “especializadas” del Estado paraguayo que la mujer debe ser capaz de salirse de un círculo de violencia, para no llegar a ser víctima de feminicidio.
Eso dicen y esas mismas autoridades son las que rechazan e impiden que se desarrolle la enseñanza de la educación integral de la sexualidad (EIS) en escuelas y colegios, y además apoyan para que continúe vigente la prohibición de enseñar desde una perspectiva de género, y se declaran pro vida, profamilia.
Decir así, llanamente, que la solución es salirse del círculo de violencia es no reconocer que para ello primero, la mujer debe saber que nadie puede violentarla. Y la realidad no es así. Todavía a las mujeres se las impone obediencia y sometimiento a su pareja, y se les exige “portarse bien”, aguantar, resignarse.
Si queremos evitar más feminicidios, tenemos que lograr que el Estado implemente politicas públicas libres de creencias conservadoras, religiosas e ignorar las presiones de grupos anti derechos que solo buscan mantener un statu quo donde las mujeres están para servir al hombre, al patriarca.
Una de las maneras más eficientes y clave para evitar la violencia hacia mujeres y niñas, es incorporando en la currícula educativa la EIS, la perpectiva de género y el derecho a vivir sin violencias para que:
– Desde temprano niñas y niños aprendan a conocer su cuerpo y hacerlo respetar.
– Adquieran capacidades para diferenciar actos afectivos de acciones abusadoras.
– Accedan con conocimientos clave sobre los cambios corporales a medida que crecen.
– Aprendan a valorarse y defender su cuerpo como un territorio que no puede ser avasallado por nadie. A mayor conocimiento, mayor autoestima, a mayor autoestima, menos posibilidad de caer en relaciones tóxicas, abusadoras y violentas.
– Tengan fuerza para decir NO si sienten que alguien quiere someter, humillar, agredir su cuerpo y su vida.
En síntesis, que desde niñas y niños aprendan que tienen iguales derechos y que las mujeres no son propiedad de nadie.
Mientras, llegamos a cerca de 30 asesinatos violentos de mujeres en el año.