La Plataforma de Universitarias Feministas (PUF) realizó una acción este 22 de noviembre, ya como preparativo para la marcha del 25 de Noviembre, una acción frente a la Facultad de Derecho.

Reproducimos el comunicado:

DECIMOS NO A LA VIOLENCIA INSTITUCIONAL SOBRE NUESTROS CUERPOS

La violencia de género se presenta de muchas formas y en muchos lugares. Día a día, como estudiantes, debemos hacerle frente no solo en las calles o en nuestros espacios de trabajo, sino también en las instituciones educativas a las que acudimos. Pero esta violencia persiste porque está instalada culturalmente, permeando en las instituciones.

Hoy elegimos la Facultad de Derecho como lugar de acción porque en la universidad nos violentan cuando somos acosadas por nuestros profesores o por otros estudiantes, cuando ningunean nuestras opiniones porque somos mujeres, cuando no nos consideran aptas para ocupar cargos representativos, cuando debemos abandonar nuestros estudios porque elegimos ser madres, cuando los aportes de cientos de mujeres a la construcción del conocimiento son invisibilizados.

Pero además, aquí se forman quienes luego serán  fiscales o jueces, perpetuando el círculo de violencia al que estamos expuestas. Recordamos el caso de la compañera Belén Whittingslow, cuyo acosador, Cristian Kriskovich, docente de la Universidad Católica, miembro del Consejo de la Magistratura, lo que lo mantiene en la impunidad pese a haber admitido sus acciones; o a nuestras compañeras y nuestros compañeros criminalizados recientemente en las tomas de sus facultades con justas reivindicaciones.

Por último, no olvidemos la injerencia del Partido Colorado en la universidad. La Asociación Nacional Republicana es una de las principales instituciones responsables de la misoginia y de la intolerancia hacia grupos minoritarios, desde la cual reivindican la nefasta figura de Alfredo Stroessner y aún hoy siguen atentando contra los derechos humanos.

Mientras no logremos extinguir las prácticas violentas que citamos, instaladas estructuralmente, no acabaremos con otras formas de abuso cotidiano. Por esto, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, exigimos cuanto sigue:

– Que el Estado garantice el acceso a la educación superior para todas las mujeres, en su enorme diversidad: a nuestras compañeras trans, lesbianas, campesinas, a las trabajadoras y a las madres; acceso que les es negado porque la universidad está diseñada para y por los hombres de clase alta.

– Queremos ser libres de elegir nuestras ocupaciones y decidir sobre nuestro futuro, sin importar nuestras condiciones y en espacios libres de violencia.

– Exigimos guarderías, salas de lactancia, permisos por maternidad y protocolos en caso de acoso y violencia de género para todos los espacios de educación superior, y que de esa manera dejemos de estar obligadas a abandonar nuestros estudios por ser madres o por sufrir violencia.

– Que la sociedad reconozca la imprescindible labor científica y creadora de las mujeres, históricamente ninguneadas: las mujeres podemos construir el conocimiento que guía a nuestra sociedad, y lo hacemos todos los días.

– Que las instituciones educativas dejen de ser un feudo estatal para producir y reproducir las violencias hacia las mujeres. Que el Estado deje de usar la justicia para hostigar y silenciar las voces de las mujeres que la denuncian por ser una justicia patriarcal, machista y misógina.

#25NPy

#UniversidadesLibresDeViolencia

#UniversidadesLibresDeAcoso

#ProtocoloYA