Encuentro Feminista del Paraguay 2013. Foto: Luis Vera

Preguntas sobre el caso de la estudiante a la que la Iglesia Católica quiere presa en Paraguay

Por Fátima E. Rodríguez

Aurora Ysapy nació en 1991, luego de que sus padres regresaran del autoexilio en Argentina, durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989). Ysapy significa Rocío en guaraní. Durante su niñez, vivió de pueblo en pueblo: Pedro Juan Caballero (Amambay); Isla Pucú (Cordillera), José Domingo Ocampo (Caaguazú), San Lorenzo (Central). Sus padres se mudaban cada un par de años por motivos laborales o políticos. Desde su adolescencia vivió en la ciudad de San Lorenzo.

Cuando terminó la secundaria, a sus 18, Aurora Ysapy Lezcano Coronel se juró no meterse más en movimientos estudiantiles. En su adolescencia, había pasado por la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (FENAES), pero antes de inscribirse a la universidad y sin proponérselo, ya estaba participando de una campaña internacional por el derecho al voto de los paraguayos en el extranjero.

Después de haber participado del proceso de debate donde las organizaciones de migrantes paraguayos en Argentina y Brasil planificaban su lucha para lograr acceder al voto, Aurora decide dedicarse plenamente al estudio. Admiraba a Jorge Lara Castro y quería ser diplomática alguna vez. La victoria del derecho al voto en 2011, mediante el primer referéndum en la historia democrática de Paraguay, la convirtió en una “creyente del Derecho”. Estudiaba dos carreras al mismo tiempo, Ciencias Políticas y Derecho, pero en la mitad de la carrera, debió dedicarse al trabajo y no todos los años pudo seguir, ahora está cursando las últimas materias, con sus 28 años y ya sabe que “hay casos que no se ganan en los tribunales, hay casos que se ganan en la calle y esta es una de ellas”. 

1-¿Por qué es importante el apoyo de gremios estudiantiles en el caso de Aurora Lezcano?

-Porque es el primer caso de una protesta en  universidad privada que llega a juicio oral y público. Un trabajo de Nicolás Granada sostiene que en el año 2016, las universidades privadas ofrecían en Paraguay unas 4.500 carreras a través de 54 universidades y 37 institutos superiores habilitados por ley, distribuidas entre un altísimo número de filiales en todo el territorio nacional. La Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción” es una de las universidades más antiguas, pero históricamente, su organización estudiantil nunca puso en cuestionamiento a las autoridades o el precio, por decirlo de alguna manera,  de la educación. Fue en  2016,  la primera vez que estuvo en el discurso algunos conceptos del “Grito de Córdoba” o de  la Reforma Universitaria de 1918, es decir aquellos conceptos  que todos quienes pasan por un  movimiento estudiantil siempre tienen en la lengua y al dedillo: Autonomía Universitaria, Co-gobierno, Extensión universitaria, etc.

La Universidad Nacional de Asunción tiene una larga historia de luchas estudiantiles y en especial desde la Facultad de Filosofía. La más larga toma quizá fue la del  año1999, en coincidencia con lo que fue el llamado “Marzo Paraguayo”, lo que inició en Filosofía repercutió en las diferentes facultades e incluso llegó a la toma de “El rectorado” que está sobre la calle España. Los estudiantes también fueron imputados, pero las imputaciones terminaron retirandose por presión de los estudiantes alegando autonomía. El año 2005 hubo fuertes movilizaciones estudiantiles en contra de la modificación del estatuto de la UNA, según una entrevista a Mariel Palau  es a partir de ahí que probablemente fue  la primera vez que el movimiento universitario siente la criminalización cuando dos dirigentes fueron imputados por la fiscalía: Andrés Parra, representante estudiantil y María Paz Valenzuela, como presidenta del Centro de Estudiantes de Filosofía fueron judicializados por las protestas.

Los estudiantes secundarios también tienen una larga trayectoria acumulada de “la toma” como medida de protesta en Paraguay. Y es esta medida de protesta la que hoy, con el caso de Aurora se quiere poner como “crimen”, llevando a juicio oral por capricho, porque tienen poder. La toma como medida de protesta tiene su iconografía consagrada con foto de estudiantes subiendo en el frontispicio del antiguo edificio de la Universidad de Córdoba, la  universidad donde se formaron los independentistas de nuestros países de América Latina.

Antes de Aurora, también llevaron a Ernesto Ojeda, lider de la Federación Nacional de Estudiantes (FENAES) a Juicio Oral. Ernesto fue absuelto.

2- ¿Por qué Aurora Lezcano no aceptó la Suspensión Condicional del Procedimiento para evitar ir a juicio oral como hicieron sus otros compañeros?

-Porque la responsabilidad penal es individual. Y la Universidad Católica hizo una querella adhesiva. Históricamente era lo que solían hacer desde 2005 desde la fiscalía:  obligar a los estudiantes a decir públicamente que se equivocaron y que van a hacer algún trabajo social.  Pero Aurora es estudiante de Derecho y no podía aceptarlo. Y la responsabilidad es individual y aunque 5 personas hayan aceptado la culpabilidad, no significa que sean culpables esas personas, sino que quizá sólo querían evitar ir a juicio; pero ella creía en su inocencia y no estaba dispuesta a firmar que ella y sus compañeros eran culpables por protestar, por tomar una medida para hacerse escuchar. “Me negué y me niego a decir que soy culpable. Porque estudio derecho y creo en el derecho a la protesta cuando no hay un espacio de diálogo”, dijo.

Cada persona hace su proceso, dice Aurora, y es aceptable que ante una situación límite, se asuma la suspensión condicional del procedimiento. Para ella, es una cuestión política enfrentar al sistema que coacciona y obliga a aceptar culpas por protestar. Sabe que no será fácil ganar a la alianza Estado-Iglesia que pide su condena, pero está dispuesta a dar batalla.

 

3- ¿Cómo fue el contexto de la toma en la Universidad Católica?

-En 2015, los estudiantiles acumularon muchas victorias contra el poder. Primero fue en la universidad pública en 2015 con “UNA no te calles”, una serie de manifestaciones estudiantiles multitudinarias. Apoyadas por los medios de comunicación y la ciudadanía, lograron, en un mes, mandar a la cárcel de Tacumbú al rector de la universidad, Froilán Peralta. Eso abrió la puerta a que en todas las facultades se denunciaran hechos de corrupción, forzando la renuncia de dos rectores, tres vicerrectores, seis decanos, cinco vicedecanos y unos cuarenta altos funcionarios. Las movilizaciones acabaron con 43 funcionarios procesados y cinco entre rejas.

En 2016, una enorme movilización de estudiantes secundarios, que tomaron 150 colegios en todo el país, logró la renuncia de la entonces ministra de Educación, Marta Lafuente. Lo que los estudiantes no sabían era que el reemplazo sería Enrique Riera, un hombre que maneja los intríngulis del Poder Judicial y sabe muy bien cómo aprovecharlo con fines políticos. Durante la administración de Riera, los estudiantes fueron imputados, se prohibieron textos de teoría de género y no hubo más victorias estudiantiles secundarias o, más bien, debieron centrarse en defender a los compañeros que empezaron a ser perseguidos por la justicia.

En 2017, los estudiantes de la Universidad Nacional intentaron hacer un remake de Una No te calles: los procesos judiciales estaban resolviéndose a favor de quienes antes habían sido ubicados como corruptos. Por otro lado, la Escuela de Ciencias Sociales fue tomada por estudiantes en el marco de un conflicto con estudiantes de Derecho por elecciones y plantearon la formación de FACSO removiendo viejos deseos de autoridades de la Facultad de Trabajo Social (en otro capítulo,  se puede abordar qué pasó con los reclamos estudiantiles y su co-gobierno en la actualidad). Esta nueva oleada tuvo también un impacto en la Universidad Católica en 2017.

4-¿Qué sucedió en la Universidad Católica?

Destituyen a José Antonio Galeano como decano y remueven a profesores. Los estudiantes junto con docentes y funcionarios toman la sede del centro de Asunción. La protesta dura 45 días. Y terminan siendo procesadas 6 personas por “coacción”.

Pero el ingreso al lugar con personas desconocidas en una madrugada y los daños ocasionados por los desconocidos, no fueron investigados. Así como las amenazas de violaciones a estudiantes en medida de protestas no fueron investigadas.

5-¿Cuáles son los cargos por los que se la acusa a Aurora?

-La Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”, dependiente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), presentó una querella adhesiva por “coacción” contra estudiantes y docentes que habían tomado una medida para pedir representación en los lugares de decisión de la universidad. En setiembre del 2018, mes de la juventud y la primavera en Paraguay, Aurora Lezcano  será llevada al banquillo de los acusados. Durante todo este tiempo soportó una serie de medidas que afectan su libertad: como ir mensualmente a firmar el libro, no salir del país, etc.

El Juez de Garantías Rolando Duarte Martínez decidió llevar el caso de Aurora Lezcano a la instancia de juicio oral. En Paraguay, por encima del sistema judicial, existe una entidad que lleva el nombre de Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM). Esta instancia política que tiene capacidad de llevar a juicio a todos los fiscales y los jueces y el presidente de este jurado es un representante de la Universidad Católica: Cristian Kriskovich, el mismísimo docente que fue denunciado antes por acoso y fue absuelto. La justicia paraguaya consideró que los mensajes de este profesor a su alumna, en dónde entre otras cosas le decía que quería tener “sexo salvaje” con ella, era parte de un “galanteo”.

6-¿Quién es Aurora Lezcano?

-Aurora Ysapy Lezcano Coronel tiene ahora 28 años. Es la primera estudiante en ser enjuiciada luego de participar en una manifestación estudiantil en 70 años de historia de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción” de Paraguay, desde su fundación en 1950. Durante su adolescencia también militó en la Federación Nacional de Estudiantes (FENAES) y en la organización de migrantes paraguayos en el extranjero Ápe Paraguay, como hija de migrantes.

7-¿Cuál es la expectativa de pena?

La pena por “coacción” es multa o dos años de cárcel. Este delito implica “forzar bajo amenaza a alguien a hacer algo contra su voluntad”.  Aurora Lezcano será la primera estudiante joven a la que la Iglesia Católica llevará a prisión a través de una de sus instituciones: la Universidad Católica. Su condena, si sólo dependiera de la decisión de quienes administran la justicia, está cantada, porque en todos los casos, la iglesia nunca pierde. Nótese el caso de Alexa Torres, en cuyo juicio se demostró el manoseo, pero no sólo no condenaron al sacerdote Silvestre Olmedo, sino que pidieron dinero para el abogado que la acosó. El caso de María Belén W., que tras denunciar acoso de su profesor fue involucrada en los casos de “compra-notas” y tuvo que irse del país, porque le piden 500 mil dólares. Porque la Universidad Católica tiene a su representante en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM)

El propio Edmundo Valenzuela, la máxima autoridad en la iglesia católica del país, dijo en una reunión durante el conflicto de la UCA a los estudiantes: “ustedes se merecen un castigo ejemplar”. En eso coinciden las autoridades de la universidad y el Ministerio Público: en su hambre contra los y las estudiantes que desde el 2015 vienen realizando una serie de manifestaciones contra la corrupción.

 

8-¿Quién es su abogado?

Su abogado es un viejo conocedor de “causas imposibles”: Guillermo Ferreiro. Fue uno de los defensores de los campesinos del Caso Curuguaty, cuando nadie más se animaba a hacerlo. Y fue también abogado de los estudiantes de #UNANoTeCalles y de numerosos estudiantes en situación de persecución judicial. Utilizará todos los recursos de la ley para defenderla.

 

 

 

Publicado el 7 de setiembre del 2020.